20 junio 2006


La Argentina empezó a escribir ayer la historia del nuevo Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas desde un lugar protagónico: se asoció con Francia para encabezar un “grupo de presión” que promoverá la aprobación de la Convención sobre Desaparición Forzada de Personas durante las deliberaciones inaugurales de ese cuerpo. Se trata de un instrumento legal que no sólo califica a la desaparición de personas como un crimen de lesa humanidad, sino que obliga a los países signatarios a prevenirlo y sancionarlo penalmente y también a buscar a los desaparecidos y otorgar reparaciones a las víctimas. “Es el momento de que esta iniciativa, que empezó como un reclamo de las organizaciones de derechos humanos, se convierta en una realidad. Adoptarla será una señal positiva y significaría un gran paso en la lucha contra la impunidad”, afirmó el canciller Jorge Taiana. Más en www.pagina12.com.ar