Excelentísimo Señor Presidente de la Nación Néstor Kirchner
De mi mayor consideración
Humildemente he decidido escribirle porque tengo una inquietud, que con el paso de los días se ha convertido en dolor y preocupación, y quisiera compartirla con usted.
Todos las personas que transitamos por la avenida 7 de la ciudad de La Plata solemos disfrutar de la vista de plaza San Martín, de sus árboles, de la arquitectura de los edificios que la rodean, la Legislatura y la Casa de Gobierno provincial.
Hoy esta vista se ve empañada.
Se puede apreciar un gran bandera celeste y blanca con las islas Malvinas en su centro, lo que no resultaría un problema, al contrario, sería un hecho patriótico para todos. El caso es que se encuentra rodeada de carteles y de un grupo importante de VETERANOS DE MALVINAS .
Los carteles anuncian que son discriminados y desamparados por la provincia de Buenos Aires.
Recuerdo haberlo escuchado a usted, mi Presidente, el Presidente de todos los argentinos, reconocer en un discurso que los Veteranos tenían que ser considerados Héroes de la Patria, que debíamos aprender a diferenciar lo que fue la gesta de Malvinas, de lo que fue la dictadura militar, que no importaba que fuesen conscriptos o que hubiesen pertenecido a alguna fuerza, que todos por igual habían participado de la defensa de la Patria.
Uno de los carteles anuncia que llevan allí estos suboficiales 29 días, y esta realidad en verdad asusta.
Otro cartel indica que el nombre del campamento es Julio Cesar Araos y dice “último soldado que cometió suicidio”, pero claro hoy abría que agregar un nuevo cartel porque desgraciadamente las noticias nos informan de un nuevo suicidio ocurrido el lunes 9 de Abril con el nombre de Miguel Boyero tripulante del Crucero General Belgrano.
Estoy convencida que la Patria sigue estando en deuda con estos soldados por un montón de razones que todos sabemos y que no es necesario que yo las exponga ante usted.
A la Patria la formamos entre todos, por lo cual todos tenemos parte de responsabilidad por lo que allí suceda.
Me considero una buena lectora y a raíz de cumplirse los 25 años de Malvinas es mucho lo que está a disposición tanto en los diarios como en internet para conocer las historias personales de nuestros Veteranos. Este conocimiento me hace pensar que no es sano que este grupo de argentinos tenga que estar reclamando sus derechos ha 25 años de historia – además de ser vergonzoso- pasando frío, incomodidades, sufriendo la tensión que esta situación seguramente les acarrea.
Sería lamentable, muy lamentable, enterarnos de un nuevo suicidio.
Sé de su preocupación por los desamparados, este grupo está desamparado, es por eso mi pedido, con el mayor de los respetos hacia su autoridad, para que pudiera usted tomar intervención y gestionar la solución de este conflicto.
Que Dios nos ilumine a todos.
Atentamente
Sara Montiel