Celina Alberto Enviada especial a Mar del Plata calberto@lavozdelinterior.com.ar Una ceremonia deslucida, sin emoción y mal ensayada cerró el sábado la 22ª edición del Festival de Cine de Mar del Plata, en un Teatro Auditórium a medio llenar y con varias improlijidades arriba del escenario. “¿Alguien vio a Carlos Diegues, un hombre con dos cuadritos?”, preguntó Pablo Marcovsky, uno de los conductores de la ceremonia, como para aliviar la tensión de los minutos que transcurrían, mientras los premiados esperaban sus menciones especiales y los diplomas seguían sin aparecer. La situación se repitió varias veces y los puntos más altos de la ceremonia quedaron para el set musical de Gogó Andreu –que adelantó, junto a Esteban Morgado, parte de lo que será el disco que le está produciendo León Gieco– y la presencia de Norma Aleandro, ambos homenajeados con un Astor de Oro a la trayectoria. A diferencia de la apertura, esta vez no hubo demasiados discursos. Ni siquiera del director saliente, Miguel Pereira, que sin embargo anunció en varias entrevistas que ahora va a seguir el llamado de su vocación: el cine y la política en Jujuy. El reemplazante no fue anunciado, aunque el nombre de Carlos Morelli se repite por lo bajo y no aparece todavía el argumento que convenza al ex Función privada para dejar la programación del festival Pantalla Pinamar y ponerse al frente de Mar del Plata. Quien sí tomó la palabra fue Jorge Álvarez, que anunció el ingreso del cine argentino a la Unión Industrial, oficializado el viernes, y volvió a enfatizar que “para este gobierno el cine es política de Estado”. La frase, en boca de un funcionario que depende del gobierno nacional, no deja demasiado en claro los motivos por los que el Festival de Mar del Plata cuenta con todo el apoyo del Incaa mientras que el Bafici –comienza el 3 de abril en la ciudad de Buenos Aires– por ahora no tiene ninguno. Los premios. España, Paraguay, Argentina, Corea del Sur, Francia, Italia, Brasil, Alemania. Los premios oficiales se repartieron este año entre varios países y el mayor se fue para Barcelona. Cesc Gay, sorprendido más que ninguno, se quedó con el Astor de Oro a la mejor película por Ficción, y Nicolás Prividera con los 50 mil dólares del Premio Che Guevara de la competencia Latinoamericana por M, documental que desmenuza un relato autobiográfico sobre la búsqueda de su madre, trabajadora del Inta desaparecida en 1976. “Este premio es muy importante porque va a permitir que la película llegue al público, que tenga un lanzamiento en Argentina y quizá algún otro lugar”, dijo Prividera y agregó que el debate sobre la dictadura abre la posibilidad de “tener una mirada más adulta o profunda sobre el tema y permitirnos una discusión más abierta, que es lo que propone la película”. Teresa Toledo Cabrera, presidente del jurado de la competencia latinoamericana, indicó sobre M: “La mirada es diferente, trasciende lo local y es un golpe a las conciencias, habla de nuestra responsabilidad civil, la de las sociedades y creo que en definitiva nos sirve a todos, porque es una referencia a lo que pasa hoy en nuestras sociedades. Nicolás no es una víctima de este proceso sino que deviene en alguien que está buscando y planteando algo a las sociedades para buscar esa verdad”. Cesc Gay, por su parte, destacó la importancia de conseguir con el Astor de Oro el ingreso de Ficción al circuito de exhibición argentino. “No me lo esperaba, es como ganarse la quiniela”, dijo el realizador catalán. Y agregó: “Para nosotros, estrenar en Latinoamérica no es fácil”. Ficción cuenta una historia de amor, mitad en español y mitad en catalán, entre un director de cine en crisis creativa y una violinista que conoce en los Pirineos, durante unas vacaciones en casa de un amigo. Cierre cocinero. A diferencia de otras ediciones, el cierre de este año tuvo una fiesta que disfrutaron todos. Ambientada al estilo club social de pueblo, con mantelitos de papel sobre las mesas, pingüinos, farolitos de colores y banderines, la fiesta de cierre fue con Los Cocineros. La banda cordobesa presentó una selección de canciones propias y puso ritmo de baile popular a la despedida. a darle sabor, choripanes, cubanitos y helado en palitos. Bien ahí. http://www.lavoz.com.ar/07/03/19/secciones/espectaculos/nota.asp?nota_id=54113
No hay comentarios.:
Publicar un comentario