05 marzo 2007


Los Biocombustibles y el Hambre
(La Cuestión Social del Problema)
Por Jackeline Lorena LUISI (*)
comisión_medioambiente@yahoo.com.ar
El maíz como biocombustible y no como alimento
Con un tanque lleno de biocombustible (etanol) para un automóvil de gran cilindrada, se consume tanto maíz como el que necesita una familia pobre para comer durante un año.
Además el “Efecto Invernadero” a causa del recalentamiento Global terrestre, es en una gran parte producido por todos los motores de combustión interna, casi el 80% del total del efecto de recalentamiento.
Es decir que si en lugar de seguir consumiendo petróleo hasta su agotamiento (guerras de por medio), para producir combustibles que hagan funcionar los distintos motores de combustión interna, y su posterior reemplazo gradual por los biocombustibles, que sólo servirán para una pequeña parte del consumo como combustible.
Creo que lo más conveniente, sencillo y económico, es sin duda alguna el cambio de los motores de combustión interna por otros a desarrollar. Que pueden ser eléctricos, a celdas de hidrógeno, con la energía solar, etc, etc, etc .-
Con la gran ventaja, que con los cereales utilizados sólo como alimento, podríamos atender mejor la alimentación y reducir el hambre de los pueblos.
Hagamos la aclaración, que para reemplazar el combustible necesario para “todos” los motores de combustión interna terrestres, harían falta la producción de cereales en 6 (seis) planetas tierra al completo. Algo muy difícil, casi imposible digo yo, de poder realizar.
Además, el aumento del consumo de cereales para producir biocombustibles, aparte del consumo habitual y normal para alimentación, a provocado un aumento del precio de todos los cereales, en especial los utilizados para destilar (ley de oferta y demanda). Con lo que se ha encarecido las tortillas en Mexico, los pasteles de maíz en Chile, y todos los productos alimenticios que se consumen.

El consumo del petróleo y el recalentamiento de la corteza terrestre
Mientras tanto y preparándonos para el futuro agotamiento del petróleo, y el gradual aumento de la temperatura terrestre y el efecto invernadero, podríamos utilizar transportes masivos de pasajeros que utilicen otros sistemas de propulsión, y dejar de lado los grandes motores que consumen combustibles fósiles. Deberíamos utilizar en forma racional la energía nuclear, la energía eólica, le energía solar, el hidrógeno, la energía eléctrica producida por sistemas de generación renovables ( las mareas, los grandes ríos, las corrientes marinas, etc),
Y en los transportes individuales, gradual y transitoriamente volver a los motores pequeños de muy poco consumo, como los motores de 3 litros para 100 kilómetros. Hasta tanto aparezcan para uso cotidiano medios individuales, que no utilicen combustibles fósiles (bicicletas, y otro tipo de propulsión a desarrollar, etc).
En nuestro país Argentina, proponemos para el transporte en las grandes ciudades y otras muy importantes, la planificación y desarrollo de transportes de pasajeros como:
El tranvía.
El trolebús. El subterráneo.
El Servicio de trenes y coches motores suburbanos eléctricos. Utilizando las viejas vías y ramales abandonados. Y/o instalando otro Omnibuses con propulsión a gas. Taxis y remises con propulsión a gas (todos obligatoriamente) Monorrieles aéreos con cabinas ultralivianas. Eléctricas y/o magnéticas. Ya desarrolladas hace unos años por INVAP. Para conectar los centros de intercambio con las terminales aéreas y portuarias.
Mientras el Estado nacional debe volver a desarrollar el sistema de navegación fluvial, para utilizar todos los grandes ríos, para qué por medio de barcazas remolcables, desplacemos las grandes cargas, por ser el sistema más económico de transporte.
Reglamentando su utilización, dragando y mejorando los puertos terminales e intermedios y llamando a licitación para que distintas empresas privadas nacionales se hagan cargo del transporte, pagando el cánon correspondiente.
Para ello los distintos gobiernos nacionales, provinciales y municipales deberán hacerse cargo de estas propuestas y soluciones actualmente viables, para evitar que continúe y aumente la contaminación, la polución ambiental y el recalentamiento terrestre.
El mismo tiempo dejar de utilizar combustibles fósiles, que en los próximos años irán aumentando su costo hasta su agotamiento, primero en el país y luego en el planeta.-
comisión_medioambiente@yahoo.com.ar

(*) Jackeline Lorena LUISI –
Avellaneda – Buenos Aires .-
Periodista – Investigadora Histórica – Presidente del “Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas”, de la Provincia de Buenos Aires, con sede en Avellaneda. Secretaria de la “Comisión de Homenaje Permanente al General Lucio Norberto Mansilla”. Integrante Representante de la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación ante la Comisión creada por el Ministerio de Defensa para el Proyecto de Reconstrucción de Vuelta de Obligado, resolución 1436 del año 2002. Investigadora en Medio Ambiente.

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