SAN MIGUEL DE TUCUMAN. No son sólo las cuatro entidades del campo. Ni sólo la oposición o algunos oficialistas críticos. También algunos países del Mercosur se quejan de las retenciones que la Argentina aplica a las exportaciones de granos. Por el contrario, Venezuela defendió esa política de la presidenta Cristina Kirchner, que desde ayer encabeza en esta ciudad la cumbre del Mercosur, de la que participan otros seis mandatarios.
Uruguay planteó su crítica abiertamente en la reunión de ministros de Economía y cancilleres. Brasil, en cambio, evitó cualquier reclamo contra la Argentina porque reconoce que en la actualidad es un tema sensible, pero sus diplomáticos admitieron que existen inconvenientes por el diferente nivel de las retenciones al trigo (28%) y la harina derivada de ese cereal (que paga alrededor de la mitad).
Ayer, en una noche fresca de una Tucumán repleta de policías, comenzó la 35ª cumbre del Mercosur con una cena que ofreció la Presidenta en la Casa de Gobierno. Asistieron sus colegas de Uruguay, Tabaré Vázquez; de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva; de Paraguay, Nicanor Duarte Frutos; de Bolivia, Evo Morales; de Chile, Michelle Bachelet, y de Venezuela, Hugo Chávez, que ayer se reunió con la Presidenta (de lo que se informa en la Pág. 7 y en Economía). Faltaron los de Perú, Ecuador y Colombia.
Antes de la cumbre, los cancilleres y ministros de Economía del Mercosur y de los países asociados analizaron el efecto que el aumento de precios del petróleo y los alimentos puede tener en la región, que es proveedora mundial de ambos recursos. No se descarta que Lula le plantee hoy a Cristina Kirchner el problema de las retenciones y las restricciones argentinas a las ventas externas de trigo. La escasez energética también estará en la agenda bilateral: la jefa del Estado le pedirá que le asegure una mayor provisión energética y a mejor precio, mientras que Lula la invitará a acelerar el proyecto de construcción de la hidroeléctrica Garabí, sobre el río Uruguay. Anoche se reunieron Cristina Kirchner y Chávez.
"Sidor es un tema superado", dijo tras el encuentro el presidente venezolano acerca de la reestatización de esa siderúrgica que pertenecía al grupo Techint (más información en Economía). Chávez prefirió ayer llenar de elogios a la presidenta argentina apenas aterrizó en el aeropuerto de Tucumán. Antes de mantener una reunión bilateral con la Presidenta, le expresó su "felicitación" por la "gran concentración" de hace dos semanas en la Plaza de Mayo a favor de su política agropecuaria, de la que participó "la masa, desde las Madres de Plaza de Mayo hasta la juventud". Pedido de Uruguay
En la reunión ministerial del Mercosur, previa a la cumbre presidencial, el ministro de Economía uruguayo, Danilo Astori, pidió que las retenciones a exportaciones intra-Mercosur sean "reguladas comunitariamente", es decir que no se apliquen unilateralmente, como hasta ahora, sino que sean fruto de un consenso.
El funcionario del gobierno de Tabaré Vázquez argumentó que las retenciones de un país tienen impacto en el desarrollo económico de los otros socios, dado que esos impuestos encarecen los insumos importados.
El reclamo uruguayo surgió como respuesta a la intención del gobierno de Cristina Kirchner de que las retenciones figuraran como un derecho de los países del Mercosur dentro del Código Aduanero Común, que debería firmarse en esta cumbre, al finalizar la presidencia pro témpore de la Argentina en el bloque, según reconoció el subsecretario de Integración Económica Americana, Eduardo Sigal.
Así se institucionalizarían los derechos de exportación hacia países del Mercosur, que fueron cuestionados ante la Justicia por productores agrícolas argentinos que afirman que esos tributos no deberían regir en el bloque por tratarse de una zona de libre comercio.
Finalmente, el código necesario para el perfeccionamiento de la libre circulación de mercaderías no se rubricará porque existen diferencias sobre las retenciones, entre otros aspectos técnicos, según reconoció el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Alfredo Chiaradia.
Ni el canciller Jorge Taiana ni el ministro de Economía, Carlos Fernández, le respondieron a Astori, pero fuentes argentinas rechazaron el cuestionamiento uruguayo alegando que "todas las políticas económicas de un país tienen un impacto en otros".
En tanto, el canciller brasileño, Celso Amorim, se diferenció de Astori y declaró a la prensa que la posición de su país es que "esas cuestiones sustanciales [en alusión a las retenciones] no deben detener al Código Aduanero".
Amorim aspira a que este tratado se firme en el segundo semestre del año, en que Brasil asumirá la presidencia pro témpore del Mercosur. Brasil no quiso plantear en esta cumbre del Mercosur sus diferencias con las retenciones argentinas porque "comprende la situación que está aconteciendo en la Argentina, que es un tema sensible y que no se gana nada" con un reclamo en este contexto, según explicó el director del Departamento del Mercosur, Bruno Bath.
Sin embargo, el diplomático reconoció que desde hace años Brasil viene explicitando su oposición a que la Argentina aplique al trigo un nivel mucho mayor de retenciones a la harina, lo que favorece la exportación de este producto con mayor valor agregado.
Por Alejandro Rebossio Enviado especial // http://www.lanacion.com/
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