casadegobierno

EL DIA DEL
TRABAJO*
En muchas ocasiones hemos hablado acerca de la importancia que tiene que un hombre tenga trabajo, y lo relacionamos siempre con la Dignidad, la Familia y el engranaje que conforma la Producción.
Porque soy un convencido de que sin trabajo se hace imposible la integración familiar.
En este nuevo Día del Trabajo, quiero expresar además, que en los hechos solidarios que cada uno pueda realizar cotidianamente se verá enriquecida la sociedad. Y este Primero de Mayo, si todos somos solidarios y gestamos la posibilidad – cada uno desde el lugar que ocupa en la sociedad – de generar una nueva fuente de trabajo, estaremos ayudando a alguien, devolviéndole la Esperanza y Engrandeciendo al país.
Hace años que vengo proponiendo la creación del Fondo Solidario Nacional (FSN). Un sistema transparente a través del cual con el aporte todos los que tenemos trabajo: sector empleador y sector trabajador en conjunto con el Estado aportemos el 1% de lo que ganamos; para generar nuevas experiencias cooperativas y de producción que permitan a aquellos que hoy no tienen ocupación acceder y formar parte del aparato productivo que todo país necesita.
Moralmente, creo que cada uno de nosotros debe hacer una introspección y reflexionar acerca de este cuadro social que para algunos se ha hecho un tema cotidiano como es el ver a los cartoneros, a los chicos, mujeres y gente grandes, y familias enteras revisando la basura para hallar algo para comer. Esto no puede ni debe suceder en ningún lugar del mundo, y menos en un país tan rico en recursos naturales y alimentos como es el nuestro. Creo que nos está faltando reacción, y sostengo que a través del Fondo Solidario Nacional y una recuperada Cultura del Trabajo esto podemos modificarlo.
Históricamente el 1º de Mayo se conmemora en muchos países del mundo en recuerdo a aquellos que dejaron su vida por las conquistas sociales y una mejor calidad laboral y en el nuestro, debemos volver a transformar esa fecha en la “Fiesta del Trabajo”, espacio social en que las familias se unían en disfrute social y solidario. Considerando el trabajo como la dignificación del ser humano.
Las organizaciones de trabajadores, los sindicatos – que cumplen aparte de las paritarias un rol social muy importante – lograron a través de la solidaridad y cooperación que todo trabajador y su familia hoy pueda gozar del derecho a asistir a la escuela pública, a la capacitación, a la salud, al turismo, posea una obra social y tenga campos de recreación, lugares de contención y de crecimiento intelectual y muchos beneficios más. Esto se fortaleció con el impulso y el desarrollo que dio el Justicialismo a todo aquello relacionado con los Derechos del trabajador. Seamos todos parte de la transformación que está viviendo el país, que el capital este al servicio del hombre; que el gobierno en estado de democracia junto al empresariado y los trabajadores sean partícipes y protagonistas. ¡Y que mejor para ello que trabajar entre todos!... Para que dejemos de lado la grieta social de los desocupados, y que todos logremos integrarnos en la sociedad produciendo, trabajando como debe ser toda Comunidad Organizada.
*Antonio Hugo Caruso Municipalidad de Avellaneda //