27 febrero 2007


" LO INEVITABLE " LONDRES.- La noticia de que en unos cinco años sería imposible comprar The New York Times y sentarse a leerlo con el típico café comprado en el carrito de la calle dio la vuelta al mundo en pocos minutos y reavivó el debate entre agoreros del fin del papel y la llegada triunfal de la pantalla. Arthur Sulzberger, propietario, presidente y editor del diario internacional más influyente del mundo -la catedral occidental del periodismo impreso- lo deslizó sin demasiado dramatismo al reflexionar sobre el avance de Internet: "El diario en papel podría simplemente no existir más", dijo. "La naturaleza del desafío que entrañan los medios digitales -explica Bruno Patiño, director de Le Monde Interactif y autor del libro Un mundo sin Guttemberg - hoy es un círculo complicado en el cual se conjugan la fuga de publicidad, el costo del papel y, por supuesto, los hábitos de las nuevas generaciones, más cercanas a las pantallas. Esto último no es nuevo, ya se venía diciendo desde los años 50 con la televisión y la radio, pero con la diferencia de que Internet es activamente participativa y esto sí trajo un cambio revolucionario. Además la publicidad gráfica, ante un lectorado que envejece y se reduce en número, inexorablemente cae". Y, por supuesto, si se va la publicidad, el papel se vuelve más caro, y menos gente puede acceder a comprar el diario. Philip Meyer, maestro de periodistas y autor del libro The Vanishing Newspaper: Saving Journalism in the Information Age, insiste en que hay que ser cautelosos: "Las cifras de la WAN muestran que la circulación paga ha caído en todas partes salvo en el mundo en vías de desarrollo, o sea Asia, América del Sur y Africa. Los diarios son los productos resultantes naturales de la industrialización, porque hacen falta los medios masivos para vender la producción masiva. El desarrollo, sin embargo, eventualmente favorecerá a los medios electrónicos por sobre los impresos en todas partes, a no ser que los editores puedan encontrar un nuevo modelo de negocio". Meyer es de los que creen que los diarios tal como los conocemos hoy tienen los días contados: dice que si tomamos la tendencia actual de caída en lectores de diario, la ponemos en un gráfico y trazamos una línea recta, esta recta tocaría el cero (o sea, ningún lector) para 2043 y un diario deja de imprimirse mucho antes que eso. Entre los especialistas consultados por LA NACION hay bastante coincidencia en que en la próxima década seguirá existiendo el diario en papel, aunque en una versión de menor circulación, más cara y personalizada, frente a un potentísimo sitio web. Y las empresas editoras de diarios serán aquellas que pasen a ser gestoras de contenidos y creadoras de opinión pública en los formatos más diversos. Pero el camino, al parecer, no será sencillo para la industria periodística. Ya otra de las figuras más poderosas de los medios, el australiano Rupert Murdoch, dueño, entre otros medios, del diario británico The Times, había dicho que más le valía a las organizaciones como la suya transformarse en destinos donde bloggers y podcasters se congregasen en discusiones más abiertas. "Los jóvenes -dijo- no quieren depender de una figura tipo Dios en el Cielo diciéndoles qué es lo importante, y ciertamente no quieren que las noticias sean presentadas como Evangelios." La gran transformación Pero, en concreto, ¿en qué se transformará un diario nacional grande en los próximos años? " Le Monde , por ejemplo, existirá en formato papel impreso, con una circulación más baja para un público elitista, en versiones semipersonalizadas que lo diferenciarán de la producción masiva actual y, por supuesto, con un sistema de distribución distinto de los puntos de venta actuales", responde Patiño. No será exactamente un diario hecho a medida de cada lector pero, como los autos que pueden venir hoy con un tapizado en particular o ruedas distintas, será algo más diseñado para quien lo use individualmente. Por otra parte estará el sitio web, mucho más potente que el diario. Si hoy el sitio web ya tiene cuatro veces más lectores que el papel, tendrá por lo menos diez veces más y tendrá todo tipo de videos y conexiones interactivas de alta sofisticación. Todo esto le dará una gran capacidad de ganar mucho dinero con publicidad. Una de las principales causas que se citan para explicar el retroceso de los diarios en los países más desarrollados es la migración de lectores jóvenes hacia los sitios informativos on line. Una investigación de The Economist indicó que los británicos de entre 15 y 24 años pasan un 30% menos de tiempo leyendo diarios a partir del momento en que comienzan a utilizar Internet. www.lanacion.com

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